DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

26 de diciembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, domingo 26 de diciembre

1 Corintios, capítulo 16
2 Corintios, capítulos 1 y 2

Manténganse velando, permanezcan firmes en la fe; sean valientes, y esfuércense. Hagan todas las cosas con amor.

Manténganse firmes y constantes, creciendo siempre en la obra del Señor, sabiendo que el trabajo que realizan en el Señor no es en vano. (1 Corintios 16:13-14 / 15:58)

Queridos hermanos, cada día venzamos al mundo por medio de nuestra fe en Cristo Jesús; no nos entreguemos a una vida liviana y descuidada. Disciplinemos nuestro cuerpo para buscar al Señor en oración, leyendo Su Palabra y meditando en ella, y ayunando según Su Espíritu nos guíe a hacerlo. Vivamos nuestros días con sabiduría, procurando siempre hacer la voluntad del Padre antes que la nuestra. No nos desanimemos, pues nada que hagamos para El será en vano; que nuestros ojos estén puestos en la recompensa que Dios dará a cada uno según su obra.
Sigamos sirviendo al Señor sin cansarnos, sigamos amando a nuestros hermanos, sigamos clamando por los que están perdidos, sigamos creciendo en gracia y en el conocimiento de Dios y Su verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario