DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

16 de junio de 2010

Nuestra lectura de hoy, miércoles 16 de junio

Salmos, capítulos 20 al 23

El Señor es el Buen Pastor, que ha dado la vida por Sus ovejas.
A los que pertenecen a Su rebaño, El los conduce; y provee para ellos el alimento espiritual que sus vidas necesitan. El sacia la sed que hay en sus corazones.
Sus almas tienen paz y reposo aún en medio de las dificultades.
El conforta a cada oveja y la guía por el buen camino.
Aunque atraviesen valles tenebrosos, noches oscuras, peligros y pruebas... Sus ovejas no temen porque su Pastor está con ellas; El las alienta y les da nuevas fuerzas. Mientras escuchen Su voz y le sigan, estarán siempre seguras.

Podemos confiar en el Señor, El nos pastorea con la pericia de Sus manos, con paciencia, y con inmenso e inagotable amor. Su misericordia y Su bondad se renuevan cada día sobre nuestras vidas; y en Su casa, hay un lugar preparado para todo Su rebaño... para que vivamos junto a El por la eternidad! (Salmo 23)

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